Por Alejandrino Tobón Tamayo
Nota de la Redacción: el presente texto hace parte del libro "El ser es nuestro centro", sobre los barrios de la comuna 10, La Candelaria, editado e impreso por la Fundación Historias Contadas con recursos de Presupuesto Participativo, escrito por Alejandrino Tobón Tamayo.
En la foto vemos la antigua estación Amagá, en Bolívar con San Juan, sector que hoy hace parte del barrio Calle Nueva.
En la memoria socio cultural y religiosa de la población del sector suroriental de la ciudad, los límites de los barrios son confusos porque su poblamiento se hace de manera no planificada, a excepción del barrio Colón que fue urbanizado buena parte, y tuvieron el mismo problema de terrenos anegadizos y malsanos en el proceso de consolidación urbana, y para el cumplimiento de sus deberes religiosos se acudía inicialmente a la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro o a la de San Antonio de Padua. Estas condiciones en el proceso de conformación de los barrios del sector hace que para ellos no se tengan límites establecidos de dónde a dónde va su barrio; ellos hablan de una iglesia como centro de encuentro social y cultural, de una inspección o sectores como La Bayadera, La Liserca, Calle Nueva, etc. Por tal motivo, las historias que se recopilaron entrecruzan información de la conformación de los barrios Colón, Perpetuo Socorro y Calle Nueva. Dinámica de poblamiento La consolidación del barrio Calle Nueva es tardía, su desarrollo y aparición como barrio estuvo detenido y controlado por barreras físicas como las estaciones ferroviarias de Amagá y Antioquia, que ocuparon con talleres y las líneas férreas el sector que hoy lo comprende. La estación de Amagá conectaba la ciudad con el suroeste del departamento, y estaba ubicada en el remate de la calle 51, Bolívar, y contenida por los camellones del Medio y Guayaquil, o sea las carreras Palacé y Carabobo, por esta última se comunicaba el barrio Guayaquil con Otrabanda a través del puente de Guayaquil. La estación del ferrocarril de Antioquia ocupó el área comprendida entre las calles 44, San Juan, y la 41, Los Huesos, y las carreras 52, Carabobo, y 38, Salamina, área donde se encontraron los talleres de mantenimiento de las locomotoras, hoy centro Administrativo de la Alpujarra. La construcción de Ferrocarril de Amagá se inicia en 1911 y se termina como empresa en 1972, paralelo al Ferrocarril de Antioquia que pasa los talleres a la estación de Bello y la terminal ferroviaria a la Terminal de Transporte intermunicipal del Norte a principios de la década de los 80 del siglo pasado. La ubicación de estas estaciones ferroviarias y las líneas férreas controlaban el desarrollo de la ciudad, creando un triángulo con la avenida de Los Libertadores y el río al sur, lo que hace que se dé un crecimiento espontáneo no planificado que se integra a la malla urbana con la desaparición de las estaciones ferroviarias, o sea que solo se consolida el barrio en la década de los 70 del siglo XX. En un plano de la ciudad levantado en 1932, el barrio Calle Nueva está controlado su crecimiento por las barreras físicas y sólo se comunica con el centro de la ciudad a través de la calle Carabobo, salida obligada para el sector de la América, Belén y Guayabal. Estas condiciones de desarrollo, son posiblemente las que favorecen para que el barrio se consolide como un sector mal visto por los habitantes de la época y se califique como un antro y refugio de forajidos y delincuentes. En síntesis, el barrio Calle Nueva presentó una dinámica de poblamiento después de la implementación del Plan Regulador de Winner y Sert en las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, cuando con su implementación se decide la reubicación de los venteros de la plaza de Guayaquil en plazas, la Minorista, Mayorista, Castilla, Campo Valdés y La América, y el traslado de la terminal ferroviaria del ferrocarril de Antioquia a la Terminal del Norte, para ceder su espacio a la creación de la zona Administrativa la Alpujarra Solo después de estas intervenciones urbanísticas el barrio se consolida y se integra a la malla urbana de la ciudad, siendo sus generadores la iglesia del Perpetuo Socorro y el barrio Colón, a través de la prolongación de la carrera 51, Bolívar, que es la que da el nombre al barrio, puesto que en su momento esta calle se denominó Calle Nueva. Calle Nueva es Bolívar, también fue barrio, más que todo de cantinas y pensiones y mucho taller de mecánica y estaban muy vecinos de Guayaquil. Había mucho café, residencias y talleres. Y en San Juan quedaba el Ferrocarril de Amagá, el que salía pa´l sur. En Bolívar con San Juan quedaba la estación del Ferrocarril de Amagá y en Carabobo con el mismo San Juan quedaba el Ferrocarril que iba pa´ Berrío. Es que Medellín era una berraquera ahora años, hombre, y acabaron con el pueblo. (Entrevista realizada a Gilberto “Chalín” y Miguel Burgos). Conformación del barrio Por las dificultades presentadas en la dinámica de poblamiento del barrio Calle Nueva, se puede decir que su conformación fue espontánea sin planificación, donde solo se accedía al centro de la ciudad por la calle Carabobo y se comunicó con el barrio Perpetuo Socorro y Colón por las carreras 41, Los Huesos, y la 38, ejes de desarrollo y consolidación del barrio. A la desaparición de la estación del Ferrocarril de Amagá en la década de los 70, se integra a la malla urbana dando paso a construcciones alternas prestadoras de servicios para las terminales de transporte municipal e intermunicipal ubicadas en las carreras Abejorral y San Félix y las calles San Juan y Los Huesos, y se da continuidad a la carrera Bolívar que se conoció en el momento como Calle Nueva y presentó en su consolidación usos del suelo similares a los del sector. Por este barrio y hacia el occidente, tirando a la avenida de Los Libertadores, fue conocido como el sector de La Bayadera. El sector de La Bayadera eso era un refugio de ladrones, allí solo había chatarrerías, mecánicos, bares y cantinas y restaurantes, era un sitio muy peligroso y se conseguía de todo; ese sitio estaba entre las carreras Carabobo y Cúcuta, y la avenida 37 y la calle 43. …La inspección de La Bayadera, y me tocaba ir allá porque Memo, mi sobrino, cayó primero allá y después me tocaba ir era a La Ladera, es que él desde pequeño era indigente, eso era como de naturaleza o le nacía a él ser así, porque le luchamos mucho y no salió de eso, por eso él se mantenía por La Bayadera y terminó por Guayaquil, esta inspección era por fuera toda enrejada y tenía celdas. A un lado, estaba la Bayadera que era un barrio de Medellín, un barrio de mujeres, mujeres muy queridas, no como las de ahora. La bayadera era en la terminal de Carabobo. Nosotros nos veníamos a pie desde el puente de Guayaquil tomando traguito en los cafés hasta Súper Bar y Súper Bar estaba yendo pa´ Bello, más abajo de Moravia, nos veníamos a pie oyendo discos y tomando trago, ya nos cogía la aurora por aquí ya bien abajo y ya nos metíamos donde el marica Gerardo a comer tamales o cualquier cosa y después nos íbamos pa´ la casa . De esta manera es como se recuerda lo que fue el barrio Calle Nueva y los sectores que lo conformaron e integraron con los barrios Colón y Perpetuo Socorro, como un barrio de nadie, generado de manera espontánea, donde habitaron indigentes y habitantes de la calle dedicados al reciclaje y a sobrevivir con lo poco que ganaban, al igual se identificó por ser zona de prostitución y vicios, que iban desde el juego a drogas alucinógenas y sicoactivas. Cuentan del barrio Calle Nueva A un lado (del barrio Perpetuo Socorro), estaba la Bayadera que era un barrio de Medellín, un barrio de mujeres, mujeres muy queridas, no como las de ahora. La bayadera era en la terminal de Carabobo. Nosotros nos veníamos a pie desde el puente de Guayaquil tomando traguito en los cafés hasta Súper Bar y Súper Bar estaba yendo pa´ Bello, más abajo de Moravia, nos veníamos a pie, oyendo discos y tomando trago, ya nos cogía la aurora por aquí ya bien abajo y ya nos metíamos donde el marica Gerardo a comer tamales o cualquier cosa y después nos íbamos pa´ la casa. Calle Nueva es Bolívar, también fue barrio, más que todo cantinas y pensiones y mucho taller de mecánica y estaban muy vecinos de Guayaquil. Había mucho café, residencias y talleres. En Bolívar con San Juan quedaba la estación del Ferrocarril de Amagá y en Carabobo con el mismo San Juan quedaba el ferrocarril del Norte, el que iba pa´ Berrío. Es que Medellín era una berraquera ahora años, hombre, y acabaron con el pueblo. “La inspección de La Bayadera” Esto si era todo igual (sector entre el Barrio Colón y Calle Nueva), siempre han estado las empresas de Lister que es de químicos, para los dientes, me parece, estaba donde hoy hay una panadería en la esquina de la Clínica, el chequeadero de los buses de Manrique, Aranjuez y El Poblado. También estaba Leonisa, Elizabeth Arden, Distribuidora Dukar, Colox que era un polvito para los dientes, y talleres, porque en el sector de más allá, llegando a San Juan estaban las terminales de los buses interurbanos como Rápido Ochoa, Flota Magdalena, Arauca, eso estaban todas y las de los pueblos. Así como cambios en el sector recuerdo que donde está la Toyota estaba la inspección de La Bayadera, y me tocaba ir allá porque Memo mi sobrino cayó primero allá y después me tocaba ir era a La Ladera, es que él desde pequeño era indigente, eso era como de naturaleza o le nacía a él ser así, porque le luchamos mucho y no salió de eso, por eso él se mantenía por La Bayadera y terminó por Guayaquil; esta inspección era por fuera toda enrejada y tenía celdas.
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