Por Deicy Johana Pareja M. (Comfenalco)
‘Chivas: Arrieras con motor’ es una exposición virtual de Comfenalco Antioquia que rinde tributo a este medio de transporte tradicional del campo, que ha sido testigo de éxodos, retornos de desplazados por el conflicto armado, de hermosos paisajes antioqueños; así como de la cultura paisa, cafetera y agrícola.
En un domingo de cosecha, una chiva puede transportar hasta 200 personas y toneladas de productos. El resto del año, por ella desfilan agricultores, madres, abuelos, profesores, mineros, turistas y estudiantes, cada uno con su carga, su destino e historia, las que esta exhibición se detiene a contar.
Chivas: Arrieras con motor’ está disponible en www.comfenalcoantioquia.com.co, haciendo clic aquí: https://www.comfenalcoantioquia.com.co/personas/visualizador-pdf?pdfUrl=/wcm/connect/8c8c2f1d-4d3a-4927-910e-b8d15bc35bd4/CHIVAS_1ermuestra.final.pdf donde hay un vídeo con ilustraciones y un testimonio del artista, Alejandro Serna; así como curiosidades e historias.
Las escaleras son obras de arte efímero. El trabajo rudo y las carreteras agrestes borran sus colores, líneas y figuras geométricas, por esta razón, se las maquilla constantemente con las diestras manos de unos pocos que se dedican a esta labor, por lo que también es un homenaje a estos artistas.
María Camila Zea Molina, integrante de Artes Plásticas y Visuales de Comfenalco Antioquia, describe que esta obra narra que algunas escaleras son chatas y valientes, otras, tan largas como un vagón y ruidosas como el río más caudaloso. Pero todas, sin excepción, son coloridas, originales y únicas, como nuestros paisajes.
La exhibición muestra pinturas y tradiciones de la decoración de las chivas que incluye un cuadro de algún paisaje o figura religiosa. Habla de la identidad y relata que se pintan porque atraen a más pasajeros y se identifican de una manera más fácil; además se cuenta la historia de los nombres con los se bautiza a las escaleras.
El artista Alejandro Serna, del municipio de Andes, quien casi toda su vida se ha dedicado a pintar chivas, asegura que esta labor la heredó de su padre y que el amor por el arte, la creatividad y la pasión la lleva en sus genes.
“En Andes hay 54 escaleras. Cada una tiene un nombre específico que guarda una historia; por ejemplo, hay una tradicional que se llama La Colegiala porque el dueño conoció a su esposa allí, cuando era una colegiala. Hay otros bautizos como La Lanchita y Chapulín, que hacen referencia al dueño del carro o un caso especial”, describe.
La exposición narra que las chivas nacen de la ingeniería criolla, de la suma de un tranvía de mulas y buses importados por empresarios antioqueños. La combinación permitió transportar pasajeros y mercancías en las ciudades hasta que se modernizaron las flotas de buses. Hoy es un medio tradicional de las veredas de nuestro departamento.
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