Por Álvaro Ochoa Morales (Carta del lector)
Apreciado amigo Carlos E.
Estoy leyendo Historias Contadas No. 157 , contra lo que mandan el orden y el método, empecé a leerla por el final, para leer el homenaje al Maestro HÉCTOR CASTRILLÓN LONDOÑO, cuya muerte nunca dejaremos de lamentar.
Héctor era un verdadero Maestro, pues no se guardaba para sí todo su conocimiento sino que lo entregaba abiertamente y sin esperar otra contraprestación que la atención de sus alumnos formales e informales. Yo, entre los miles de alumnos informales recibí de él muchas enseñanzas ora de manera personal ora a través de sus escritos. Y alguna vez discutí con él sobre la cuna de Gardel. Héctor siempre sostuvo que el tanguero había nacido en Francia, en cambio yo, más por homenaje a los académicos Luciano Londoño y Ricardo Ostuni -ya fallecidos- sigo sosteniendo que Gardel nació en Tacuarembó (Uruguay). Pero en absolutamente todo lo demás, aunque le respeto su posición paisina, proclamo que Héctor Castrillón Londoño era una fortaleza de conocimientos. Elevo una plegaria por su descanso eterno.
Con un abrazo,
Álvaro Ochoa Morales.
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