
Medellín 9 de julio de 2021
COMUNICADO
Representantes de más de treinta organizaciones de trabajadoras y trabajadores de la economía popular, nos reunimos en asamblea los días 6 y 27 de junio de 2021 para reflexionar acerca de las realidades de los sectores populares en la ciudad de Medellín, el significado de las luchas que desde hace más de 30 años hemos desarrollado como trabajadores, las experiencias, saberes, aciertos y desaciertos todo ello en clave de aprendizajes y para construir colectivamente nuestros pliegos de exigencias para los gobiernos nacional y municipal.
Entendimos que, en el actual estallido social enmarcado en la crisis, sanitaria, económica, social, política y ambiental, no tenemos otra alternativa sino la juntanza, el cuidado colectivo, la organización, el diálogo de saberes, la movilización y toda forma de acción colectiva. No permitiremos más que el gobierno nacional y municipal, representado en instituciones como la policía y los reguladores del espacio público, nos traten como criminales para justificar la represión y la vulneración del derecho al trabajo y al mínimo vital; o derechos colectivos como el espacio público, que es en sí el derecho a la ciudad, es decir, lo que es de todos.
En las asambleas y mesas de trabajo que hemos constituido en los últimos meses, hemos entendido que trabajamos en la calle porque nos toca y no porque queramos, y que es causa del modelo económico y la inoperancia del Estado; que somos trabajadores y trabajadoras y no simplemente informales, pobres o vulnerables.
Con estas categorías pretenden hacernos ver como ignorantes, “sujetos de tutela" y generar mecanismos de asistencia social para alimentar clientelas politiqueras. Somos trabajadoras y trabajadores y, por tanto, tenemos derechos a la seguridad social y a decidir -como lo hacen los trabajadores asalariados- en lo concerniente a la política laboral del país. En adelante, ese reconocimiento y atribución harán parte de nuestra lucha como gremio.
En las asambleas populares también conversamos acerca de lo que significa vivir en el segundo país más desigual de América latina y que la mitad de la población sea pobre. Situaciones que se manifiestan, en el caso de las trabajadoras y trabajadores de la economía popular de la ciudad de Medellín, en que la mayoría sean mujeres madres cabeza de familia, que la mayoría de trabajadores (hombres y mujeres) sean mayores de 35 años, que 3 de cada 10 sean desplazados por la violencia y que al menos 1 de cada 10 sea migrante.
Que la mayoría no tenga casa propia ni tampoco internet en sus hogares. Que tengan más de 2 personas a su cargo y que vivan con más de 4 personas en el hogar, a veces en una sola habitación. Que la mayoría tenga bajo nivel educativo, perciban ingresos inferiores al salario mínimo para la sobrevivencia familiar y que la mayoría no acceda a los programas de protección social. Que, en esta pandemia, las necesidades más urgentes sean para el 79% el alimento, para el 63% el pago del arriendo y para el 49% el pago de los servicios públicos; es decir, no se nos garantizan los derechos sociales y económicos y por ello somos la población trabajadora más vulnerable en la actual crisis sanitaria, económica, social, política y ambiental.
Somos conscientes que la economía popular es otra forma de aquello que llamamos economía, que es la manera como los sectores populares resolvemos el problema de la subsistencia en la ciudad. Que entre el universo de trabajadores y trabajadoras de la economía popular estamos las y los: venteros callejeros, de los centros comerciales populares y de los buses, las empleadas domésticas, los artistas callejeros, los mecánicos callejeros, barberos y peluqueros, modistas, mototaxistas, domiciliarios, transportadores o chiveros, albañiles, pequeños tenderos (hombres y mujeres) entre otros. La unidad y organización como gremio será nuestra apuesta.
Ya sabemos que la economía popular se caracteriza por el trabajo autónomo, aunque eso no significa que sea sin patrón, porque existen “patrones ocultos" con los cuales se establecen relaciones de explotación fiscal, comercial y financiera. En la primera aparece el Estado con los impuestos como el IVA que pagamos todo el tiempo y por los cuales, por parte del estado a cambio en vez de garantía de derechos, recibimos criminalización y represión. En la segunda relación de explotación aparecen las multinacionales y grandes comerciantes a los cuales nos toca venderles sus productos y de los cuales a cambio recibimos desigualdad, empobrecimiento y miseria; y, por último, están las entidades financieras y prestamistas -formales o informales- que a través de los intereses del crédito se quedan con parte del producto de nuestro trabajo, que en últimas es la vida. En adelante, la conquista de nuestros derechos, y la intención de romper las relaciones de explotación mencionadas, también serán parte de nuestra lucha como gremio.
Nuestra apuesta es teórica, epistemológica y política. Es teórica porque las actividades productivas que realizamos son esenciales para la vida, como lo son la alimentación, el vestido, el transporte y el cuidado de las niñas y los niños, aunque sean desvalorizadas y precarizadas; epistemológica, porque se inscribe en otra forma de economía – la popular- y es política porque está orientada a la transformación social teniendo como centro la vida y el trabajo digno.
A través de las asambleas populares y del Parloteo, en el marco del estallido social, estamos construyendo acuerdos como gremio de trabajadores (hombres y mujeres) en lo fundamental que quedaron expresados en este comunicado y en las exigencias que compartimos con ustedes a continuación:
1. PLIEGO DE EXIGENCIAS PARA EL GOBIERNO NACIONAL
• Exigimos el reconocimiento de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular como sujetos de derechos laborales que garanticen el acceso a la salud en condiciones de dignidad, a los riesgos en el trabajo y a la pensión.
• Exigimos el acceso a sistemas de protección social y de un salario complementario como la renta básica que valorice el trabajo y contribuya a la garantía del mínimo vital del trabajador y trabajadora popular y nuestras familias.
• Exigimos al gobierno nacional educación gratuita y de calidad para nuestras nosotros y nuestras familias.
• Exigimos modificar el artículo 33 del código de policía que criminaliza y prohíbe el uso del bafle en cuanto afecta el derecho al trabajo y el mínimo vital de las y los artistas callejeros.
• Exigimos la formulación de políticas públicas que protejan, fortalezcan y financien las economías populares.
2.EXIGENCIAS PARA LA ALCALDÍA DE MEDELLÍN
• Exigimos a la administración municipal que los adjudicatarios, locatarios, arrendatarios y demás figuras para referirse a los trabadores (hombres y mujeres) de los centros comerciales populares, sean dueños de sus locales. Exigimos también que las asociaciones de los centros comerciales populares sean quienes administren los mismos.
• Exigimos que el Banco de las Oportunidades funcione a favor de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular con prestamos colectivos y con montos suficientes que nos permitan crear y fortalecer nuestras propias unidades productivas y romper así con los patrones ocultos. De la misma manera exigimos que se nos entreguen recursos bajo la figura de capital semilla para crear nuestros propios fondos solidarios y acabar con la explotación financiera de entidades financieras y prestamistas. Queremos y vamos a producir los productos que comercializamos en la economía popular.
• Exigimos la creación de la secretaria de la economía popular en la ciudad de Medellín.
• Exigimos la actualización y reglamentación del acuerdo 042 de 2014 (política pública de venteros informales) y la aplicación de la Política Pública de Protección a Moradores, Actividades Económicas y Productivas (PPPMAEP). Exigimos que se asignen presupuestos anuales que deben fortalecer las organizaciones, la asociatividad y las actividades productivas de la economía popular. • Exigimos que los procesos de reubicación garanticen condiciones iguales o mejores a las existentes antes de la reubicación de acuerdo a la protección constitucional como población vulnerable.
• Exigimos que en la política pública de los venteros se incluya un capítulo que aborde las problemáticas y necesidades de los artistas callejeros y venteros de los buses.
• Exigimos la reubicación permanente y digna de los recuperadores ambientales de las plataformas A y B de los puentes. Además, que el trabajo de los Checherecheros sea valorado y dignificado por el aporte que hacen a la vida como recuperadores ambientales.
• Exigimos que la administración municipal otorgue las autorizaciones permanentes para trabajar en el espacio público a los artistas callejeros, venteros informales y demás trabajadores de la economía popular que laboran en las calles y parques.
• Exigimos que se les respete el derecho al trabajo y al mínimo vital a los trabajadores y trabajadoras venteros ambulantes que laboran al interior de los buses y que los censores y demás dispositivos tecnológicos que limitan el acceso al bus -que es su principal medio de trabajo- sean retirados.
• Exigimos atención inmediata a las trabajadoras y trabajadores adultos mayores y en condición de discapacidad y una pensión vitalicia y digna.
• Exigimos prioridad en los subsidios de vivienda y en general en el acceso a la vivienda de interés social.
• Exigimos condiciones como internet y computadores para la educación de nuestros hijos en tiempos de pandemia
• Exigimos atención integral para las trabajadores y trabajadoras desplazados por la violencia y los migrantes.
• Exigimos que la policía no nos presione para que seamos informantes pues esa no es nuestra labor, nos ponen en peligro y luego no nos brindan protección.
• Exigimos a la policía que dejen de maltratar a las Tinteras del Parque Berrio y tratarlas como delincuentes, que cese el acoso y la vulneración del derecho al trabajo y al mínimo vital.
• Exigimos que cese la estigmatización, criminalización y abusos por parte de la policía y los reguladores del espacio público. Les exigimos que persigan a los verdaderos delincuentes y no a los trabajadores y trabajadoras de la economía popular. De la fuerza pública necesitamos protección y no represión. Somos víctimas de las consecuencias de una mala administración y, aun así, nos persiguen por buscar el pan para nuestras familias y nos revictimizan.
Estas exigencias son el punto de partida de un proceso de reflexión, construcción colectiva y negociación que continuará dándose con los demás sectores de la economía popular, organizaciones sociales y comunitarias, los empresarios y los gobiernos.
Atentamente, Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular de Medellín
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