Por Carlos E. López Castro
EN COLOMBIA
Los artesanos en Colombia, muy poco han tenido leyes o gobernantes que los beneficien de alguna forma. Cuenta la historia que solo en el siglo antepasado en el gobierno de José Hilario López, presidente en el periodo 1849 y 1853, fue donde se les empezó a reconocer su papel en la economía y la sociedad, al mismo tiempo que se sentaron las bases para futuras luchas por sus derechos. Esta historia así la resume Elkin Usquiano, artesano durante varias décadas en Medellín: “En la campaña para la presidencia, José Hilario López les preguntó a los artesanos lo que querían y ellos dijeron que les bajaran los aranceles para las exportaciones de productos de tela y que les subieran los aranceles a las importaciones, y también queremos que los esclavos sean libres. Lo eligieron y él cumplió…”
En la misma época antes mencionada nació, en la capital de Colombia, la Sociedad Democrática de Artesanos de Bogotá, fundada por el sastre Ambrosio López en el año de 1847.
EN MEDELLÍN Y ANTIOQUIA
En cuanto a Antioquia, en 1787, con el oidor Mon y Velarde ya existía una ordenanza sobre oficios y artesanos que enfatizaba en que los otros grupos sociales los estimaran como “gente honorable y de respeto”. Estaban divididos en artesanos semicalificados, artesanos finos y artesanos artistas.
Desde el siglo XVIII, ser artesano en Medellín y Antioquia estaba enmarcado por muchos oficios más de los que hoy se conocen: entre otros, estaba, el arquitecto empírico, maestro o maestro mayor, oficial, alarife, pintor, decorador, tallista, escultor, impresor, tipógrafo, carpintero. Además estaban la talabartería, sastrería y platería. En relación al hierro estaba: mecánica, fundición, cerrajería, hojalatería.
En 1870, se fundó en Medellín la Escuela de Artes y Oficios (EAO) de Antioquia que contribuyó significativamente en la calificación de la mano de obra artesanal. Una de sus sedes fue el primer piso de lo que hoy conocemos como Paraninfo de la Universidad de Antioquia, y fue nombrado como director Enrique Haeusler.
DOS PROTAGONISTAS
Historias Contadas dialogó con Dora Ruiz y Elkin Usquiano, artesanos que durante varias décadas han asistido, el primer sábado de cada mes, al mercado Sanalejo del parque de Bolívar.
“El Sanalejo era muy bueno cuando lo manejaba Fomento y Turismo, ya Sanalejo ha decaído desde que quedó en manos, inicialmente, de la Oficina de Espacio Público, luego en manos de la Secretaría de Cultura y Desarrollo Económico, que es poco el apoyo que hemos tenido los artesanos de Sanalejo”, dice Dora Ruíz.
En cuanto al futuro con mejores oportunidades, Elkin, asegura que no se vislumbra nada alentador o positivo para los artesanos: “Esa perspectiva es opaca, porque no hay apoyo de Secretaría de Cultura ni de la Gerencia del Centro. En el Plan de Desarrollo de Medellín no existe un presupuesto en cultura, para los artesanos. En Desarrollo Económico sí existe un recurso pero solo para capacitaciones”.
Al finalizar, preguntándole por alguna petición sobre más espacios donde puedan participar, expresó: “Hoy existen sitios muy turísticos en Medellín, como Parques del Río, y allá no tenemos acceso todavía. Yo le hago un llamado a la Secretaría de Turismo y Entretenimiento para que nos tengan en cuenta a los artesanos, para mover nuestra economía porque podemos transmitir nuestros conocimientos al turista que viene a buscar un objeto para llevar. Debe existir la política del turismo de la artesanía. Es el turismo cultural muy diferente al turismo de entretenimiento. Para que estemos congregados en un espacio para hablar de nuestra cultura, de nuestros ancestros y cómo se hacen las artesanías”.
Para escuchar la entrevista completa entrar al siguiente enlace:
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