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Ayacucho: de “Calle de la Amargura”, a la del tranvía





Por Carlos E. López Castro (Texto publicado en la Revista Historias Contadas #84)


Aunque es mucho más antiguo el camino hacia El Cuchillón (hoy calle 45) utilizado por los arrieros hacia Rionegro y el Oriente antioqueño, la calle Ayacucho, con los años, se convirtió en el eje del transporte y del desarrollo del barrio Buenos Aires y de los demás barrios que conforman la comuna 9 que lleva el mismo nombre.


La importancia de la calle Ayacucho y de todo este sector, se inicia desde hace siglos atrás, en forma cronológica, por varios factores. La cercanía a la quebrada Santa Elena (se necesitaba agua para vivir), eran caminos obligados hacia el Oriente antioqueño (se transportaban productos y personas), los inicios de la industrialización (Cervecería Tamayo y Coltejer), existió la primera planta eléctrica a vapor en 1898 y la inauguración del tranvía en 1921 que dio facilidad para su poblamiento.


CRONOLOGÍA

En un trabajo inédito, copiado en un disco, y complemento del libro “Desde Oriente llegaron Buenos Aires”, de autoría de Nora Luz Arredondo y quien aquí escribe, vemos una cronología de Ayacucho y la comuna 9, Buenos Aires, así:


- En el año 1646, según los historiadores, la primera iglesia de paja que existió en Medellín se construyó en lugar cercano al cerro de El Salvador.


- 1674, A orilla de la quebrada Santa Elena, antes llamada Aná, surgieron los primeros barrios de Medellín como el de Quebrada Arriba que empezaba en las Estancias o Salados y terminaba en los guayabales.


- Desde fines del Siglo XIX y comienzos del siglo XX, se fue conformando el barrio Buenos Aires llamado, en sus inicios, Barrio Oriente. Algunos creen que posteriormente adoptó su nombre actual por su clima saludable, debido a los aires refrescantes que allí se respiraban y a los cuales, incluso, se les atribuía efectos terapéuticos, en contraste con los contaminados aires del centro de la ciudad. Debido a esta creencia generalizada, se construyó allí el Hospital La María para el tratamiento de la tuberculosis. El barrio se extendía, desde la calle Nariño hasta la denominada Puerta Inglesa, construida por Coriolano Amador, quien era dueño de la gran finca denominada Miraflores, la cual sería urbanizada en las primeras décadas del Siglo XX.


- EL camellón de Buenos Aires, o Calle Real, era el único camino hacia el oriente por donde se transitaba a pie, en silletas o a lomo de mula, arribando a lo que se denominaba Islitas, puerto oriental de la naciente ciudad.


En 1786, cuando solo existían diez calles, la calle de la Amargura comprendía el tramo de la calle de Ayacucho, entre las carreras 52 Carabobo y 45 El Palo. Aunque algunos aseguran que su nombre se debe a la procesión del Viacrucis, que se hacia por esta vía, otros dicen que su nombre se debe a que por allí subían, con los muertos que llevaban para el Cementerio de San Lorenzo.


En 1824, después de la batalla de Ayacucho en el Perú, toma este nombre, en la misma época del gobernador Mon y Velarde.


1874. Inicios del proceso de urbanización, en Buenos Aires, por Modesto Molina. Esta abrió la venta de solares a ambos lados de El Camellón, desde la calle Nariño hasta la Puerta Inglesa.


1897. Construcción del Palacio de los Botero, de Ricardo Botero, uno de los hacendados propietarios de la finca que ocupaba con su familia en el lugar y actual Clínica del Sagrado Corazón, en la calle Ayacucho, al lado de la Iglesia. Es una de las construcciones más representativas de la época.


1895-1907. Se inicia el proceso de industrialización con la Cervecería Tamayo, la planta de vapor de la empresa eléctrica y la fábrica de tejidos Coltejer.


1921, 1° de diciembre. Se extiende una de las líneas del tranvía, por la calle Ayacucho hasta la Puerta Inglesa (carrera 28), donde fue su terminal. Para leer una información más completa sobre el tranvía del pasado, se puede consultar la Revista Historias Contadas No. 66.


1928. Se extiende una de las líneas del tranvía a El Salvador. En las primeras décadas del siglo XX se inicia la urbanización del barrio Miraflores, ubicado entre la calle 49 Ayacucho y El Cuchillón de Loreto (Calle 45) y las carreras 28 y 29 se concentra el tejido urbano principalmente. Es uno de los primeros intentos en Medellín de construir barrios residenciales de la clase alta de la época, al igual que en el barrio Prado.


1931. Se termina la construcción de la iglesia Nuestra Señora del Sagrado Corazón en la calle de Ayacucho que es la edificación más emblemática de la Comuna 9.


2000. Construcción de la urbanización Quintas de Salvador, bajo un modelo alejado del patrón de ocupación del territorio.


En los últimos años, el barrio Buenos Aires ha sido objeto de nuevos desarrollos, expandiendo el tejido urbano hacia el oriente, a partir de la calle de Ayacucho. Al interior del barrio, se ven formas significativas de redensificación.


2010. Alcaldía de Medellín: Plan Urbano Integral. PUI Centroriental. Intervención física, social e interinstitucional, en la zona centroriental de Medellín. Entre las obras que se realizarán se encuentran según el Plan Maestro: el Parque Lineal de la quebrada Santa Elena, el Parque Bicentenario que alberga la Casa de la Memoria, el Paseo Urbano Ayacucho, el Centro Cívico Social y Comunitario Las Estancias, el Jardín Infantil El Pinal, obras por la preservación y conservación de bordes urbano-rurales y el paseo urbano de las carreras 8A y 9, entre otras de las 56 formuladas, con una inversión de $108.354 millones.


2013. Se inicia la construcción del futuro tranvía.

ALGUNAS CONSTRUCCIONES

Escribe Orlando Ramírez Casas, en su excelente libro, sobre Ayacucho, así:

“El costado sur de Ayacucho, hacia el Oriente, eran mangas de don Francisco “Pacho” Uribe, lo que después fue de don Teodosio Moreno y hoy está ocupado por la Escuela de Derecho de Ayacucho con Girardot y las carreras Pascacio Uribe, Cervantes y Villa; también eran mangas lo ocupado por las carreras Berrío y Giraldo. El costado norte de Ayacucho, era todo solares de don Tomás Uribe Santamaría y otros; más tarde, se construyeron en ese trayecto varias casas, entre ellas las de don Pablo Escobar O. y don Víctor Restrepo Uribe; el desarenadero de las aguas del Municipio también se construyó en ese lado.


De la carrera Giraldo, hacia el Oriente, quedaba un gran predio de propiedad de don Lope María Montoya, donde se levantaron la Cervecería Tamayo, la planta de vapor de la Empresa de Electricidad y más tarde, la fábrica de tejidos Coltejer. A la parte de esos terrenos, que por mucho tiempo se quedó sin edificar, el público le dio el nombre de “Manga de los Puerta” o de Don Pepe Sierra.


También había otro predio de la carrera El Palo hacia el Oriente de propiedad de don Vicente B. (Benedicto) Villa Rojas, por el cual se abrió la continuación de la calle Colombia. En dicho terreno, los herederos del señor Villa construyeron varias casas; entre ellas la del respetable canónigo Enrique Uribe Ospina. A continuación, qudaba una gran porción de terreno de don Alejandro Uribe, en la que construyó el señor Rafael Flórez (su yerno), la Plaza de Mercado; y el distrito abrió varias calles”.1


LO QUE PUDO SER EL ÚNICO PARQUE

En enero de 1942, don Ricardo Olano, escribe en sus memorias algo que las generaciones actuales hubieran agradecido, ya que esta comuna 9 nunca ha tenido un parque, veamos: “En el barrio Buenos Aires se han construido bellas casas en un lote comprendido, entre las calles de Ayacucho y Colombia y las carreras Giraldo y Nariño, lote llamado generalmente la Manga de los Puerta. Estos señores Puerta, antes de vender lotes, trataron de que el municipio hiciera allí un parque. La Sociedad de Mejoras Públicas, por iniciativa de don Gabriel Echavarría, hizo muchas gestiones en ese sentido. A mí se me pasó en comisión el asunto y opiné en contra del proyecto del parque, por ser demasiado alto el precio de los terrenos. Después, se consultó el asunto con el profesor Brunner y fue de la misma opinión. Fracasado el proyecto del parque, los señores Puerta abrieron algunas calles dentro del lote y abrieron ventas al precio de 15 a 20 pesos la vara, y en esos lotes se están construyendo las casas de que hablé antes.2


CONSTRUCCIÓN SUBTERRÁNEA

En febrero de 2013, con los trabajos de demolición de algunas viviendas para estaciones del futuro tranvía, en Ayacucho con la carrera 41 Mon y Velarde, se encontraron estructuras de ladrillo a cuatro metros de profundidad. El Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Ican) decidirá si estas obras se deben conservar.


Se dice que su antigüedad podría ser de finales del siglo XIX o principios del XX. Un arqueólogo, señaló además que: “Son espacios generosos construidos en ladrillo con arcos de medio punto y ventanas, lo que demuestra que tenían un uso distinto a los de un depósito. Lo importante es que son evidencia de una actividad desarrollada en una zona comercial y que fue la primera zona industrial de Medellín, donde estaba la Cervecería Tamayo, la empresa Posada Tobón, y la primera planta a vapor, entre otras construcciones aledañas a la Plaza de Flórez. No obstante, se debe corroborar esta especulación con investigación histórica”.

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NOTAS:

1 Orlando Betancur Casas. Buenos Aires, portón de Medellín. p. 35.

2 Ricardo Olano. Memorias, tomo II. p.634)

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