Marcha exigiendo la
construcción de la
Plaza Minorista, año 1982. Líder Luis Ángel Osorio, líder Horacio Álvarez y comerciante Henry Pérez. Fotos: Cortesía y Carlosé, 2019.
Por Carlos E. López Castro
Bien podríamos iniciar esta historia con la letra de la canción “Lamento borincano” del gran compositor puertorriqueño Rafael Hernández y que canta Daniel Santos, porque es la síntesis de la vida y del trabajo por la supervivencia, lo mismo que ha sido esta lucha para llegar al logro de tener una plaza cubierta y decente, luego de años en las calles de El Pedrero, cumpliendo ya cuatro décadas la Plaza Minorista José María Villa: “Pasa loco de contento con su cargamento/ para la ciudad, para la cuidad./ Lleva en su pensamiento todo un mundo/ lleno de felicidad, de felicidad./ Piensa remediar la situación/ del hogar que es toda su ilusión si./ Y alegre, el jibarito va pensando así,/ diciendo así, cantando así por el camino:/ “si yo vendo la carga, mi Dios querido,/ un traje a mi viejita voy a comprar”./ Y alegre, también su yegua va/ al presentir que su cantar/ es todo un himno de alegría./ En eso lo sorprende la luz del día,/ al llegar al mercado de la ciudad/…
PRIMERAS PLAZAS
Aunque en esta historia lo más importante son los procesos sociales y el poder de unión de la misma comunidad para lograr un objetivo común, destacamos algunos años que fueron vitales para la historia de algunas plazas de mercado en Medellín:
1784 Se inicia el mercado público en la Plaza Mayor, hoy parque de Berrío. 1788 este mercado se cambia para los domingos.
1892 Hasta este año se realiza el mercado público en la Plaza Mayor, Parque de Berrío, y se inicia el funcionamiento de la Plaza de Flórez, primera plaza cubierta en Medellín, construida con dineros del capitalista Rafael Flórez.
En 1892 el Concejo de Medellín autorizó a los representantes del rico comerciante Carlos Coriolano Amador, para construir el segundo mercado cubierto, Plaza de Cisneros, en un predio de él en el barrio Guayaquil. Inmediatamente, fue contratado el arquitecto francés Carlos Carré, para que hiciera los planos y luego su construcción.
1894 se inaugura la Plaza de Mercado Cisneros, en el barrio Guayaquil. Funcionó durante 90 años, contando la época de El Pedrero, en el barrio Guayaquil, en el sector que hoy conocemos como Parque de las Luces. Tiempo durante el cual fue considerado como el motor de una parte de la economía de la ciudad y el departamento.
1968 Se produce el segundo incendio de la Plaza Cisneros que, según muchos venteros informales de esa época, fue ejecutado por manos criminales inviadas desde la misma Alcaldía de Medellín, en ese entonces, con el fin de desplazar de ese lugar a los venteros informales.
1968 – 1984 Es la época en que fue más conocida la plaza como El Pedrero, ya que los venteros informales utilizaron los alrededores de la edificación para sus ventas en improvisados kioscos. Comprendía la Avenida Gutiérrez, Diaz Granados, Amador, Cundinamarca y parte de la calle San Juan. Es importante recordar que en esta época se construyeron las llamadas plazas satélites en los barrios: La América, Belén, Castilla, Campo Valdés y Guayabal, con el fin de trasladar a los venteros de El Pedrero quienes no aceptaron por la probabilidad de que no les iba a ir bien en sus ventas.
PROTAGONISTAS
Dándole la importancia que se merece la recuperación de la memoria oral como parte esencial de nuestra propia historia, desde hace varios años atrás hemos entrevistado a algunos adultos mayores que fueron protagonistas de estas historias, donde corroboran las arbitrariedades que cometieron los diferentes gobernantes del pasado. Veamos lo que cuentan:
Luis Ángel Osorio, “Kuki”: “Yo llegué a la Plaza Cisneros en el año de 1975 cuando ya había muchos problemas con todo y por eso nos organizamos. Fue una lucha ardua de todas las organizaciones y que estábamos tratando de conseguirnos el sustento para nuestras familias porque no teníamos más dónde trabajar. En esa antigua plaza la Alcaldía de Medellín nos hizo brechas para que los camiones no entraran mercancía y nosotros no pudiéramos trabajar, entonces se vio en la obligación de construir la Plaza Minorista. Nos vinimos para la nueva plaza, pero al iniciar fue muy duro porque al ser minorista, nos daba trabajo muchas cosas.”
Horacio Álvarez Henao (Q.E.D.): “Fui presidente del Sindicato de Venteros Estacionarios y Ambulantes de Plazas de Mercado y Ferias de Medellín. La plaza de Cisneros se quemó dos veces y en ese entonces la Administración Municipal había pensado en retirar la plaza de ese lugar, porque para esa época la alta sociedad medellinense, ya estaba pensando en tener una ciudad moderna y una ciudad muy bonita. Se escucharon muchas voces en el sentido de que los 2 incendios registrados en la plaza de Cisneros fueron provocados y lo mismo sucedió posteriormente con El Pedrero que también sufrió dos incendios.
“Construyeron la Central Mayorista para trasladar a los ricos. En el pasaje Sucre que quedaba al lado, habían comerciantes muy acomodados y ellos no compartían con que nosotros los venteros pobres estuviéramos en los alrededores. Así patrocinaron la construcción de La Mayorista y fueron los primeros que se fueron. Iincluso se reían de nosotros porque el plan de la administración era sacar los ricos y a nosotros los pobres simplemente nos iban a expulsar sin ninguna dificultad. Pero resulta que el hueso duro de roer estaba en los comerciantes informales, nosotros empezamos a organizar sindicatos, el primer sindicato que obtuvo personería jurídica fue el Sindicato de Trabajadores Independientes del Comercio de Antioquia.
“Frente a la persistencia de nosotros, el alcalde Bernardo Guerra Serna ordenó un bloqueo (que nosotros denominamos por hambre) porque ordenó abrir unas brechas alrededor de todo El Pedrero y dio la orden de suspender la recolección de basuras. Un proyecto de acuerdo aprobado por el Concejo para construir la nueva plaza, se lo enviaron al alcalde de esa época el doctor Bernardo Guerra Serna y él decía que no era necesario construir una plaza, él creía que nosotros nos íbamos de allá en la medida que nos retiraran el transporte, y empezaron a retirar el transporte. Otra de las tácticas que utilizaron fue retirar el servicio de seguridad, con el propósito que los atracadores se apoderaran de El Pedrero, entonces evitaba que la gente fuera a mercar, entonces nos perjudicaban a nosotros los comerciantes de ese sector. Dio la orden de suspender la recolección de basuras, entonces frente a eso nosotros organizamos un grupo de mujeres, a quienes hay que rendirles tributo. Les dijimos: ustedes van a simular que van a pelear y, mientras eso ocurre, la policía viene a separarlas a ustedes, nosotros ya habíamos organizado una comisión grande de hombres con palas tapando las brechas. Una de esas valerosas mujeres era la difunta Dévora, a quien la nombramos en la comisión femenina y todas esas mujeres estaban armadas con las tapas de las cajas de tomates. Cuando la policía llegaba a recoger las mercancías ellas salían a pelear con la policía, más de una vez las detuvieron, pero seguían en eso”.
Henry Pérez: “Inicié a trabajar a la edad de 6 años en las calles del mercado El Pedrero, ayudándole a mi papá a vender panela. En ese entonces para entrar a primer o de primaria debía tener 8 años. Cuando yo vendía más de dos pares de panela, no sabía sumar ni multiplicar, entonces le preguntaba al vecino y cuando me pagaban no sabía cuánto debía devolver, mi papá me enseñó por obligación y fue así como aprendí las 4 operaciones. Cuando entré a estudiar a primero, me decían que yo era superdotado porque ya sabía las tablas y ya multiplicaba. Fue así como me hice comerciante.
“El Pedrero era afuera de la plaza Cisneros, en ranchitos y plásticos. Estaba el Pasaje Sucre, hoy biblioteca de EPM, comerciantes quienes fueron los primer en salir hacia la Plaza Mayorista y los que estábamos ambulantes nos dejaron sin solución. Como no queríamos salir, nos incendiaron la plaza a propósito un domingo en la tarde cuando ya habían cerrado. Aún así, como el ave Fenix, sobre las cenizas, volvimos a construir los ranchos. La Alcaldía quería que nos fuéramos por toda la ciudad a regar el problema, y no. Se formó un sindicato muy poderoso donde estuvo mi papá. A través de ese sindicato se gestionó para la construcción de la Plaza Minorista.
“Fue tanta la persecución que en la carrera Díaz Granados abrieron unas brechas para que la gente no pasara a mercar y nosotros nos inventamos unos tablones para que pudieran pasara a comprarnos. También dejaron de recoger la basura. Donde yo vendía, era el último sector donde todos tiraban la basura y yo vendiendo ahí la panela. Los comerciantes se agremiaron por sectores: los de la yuca, los de la panela, los graneros, restaurantes, entonces nos organizamos por sector para asignarles un día para la recolección de la basura y conseguimos una volqueta, así nos defendimos. Como la alcaldía vio que no podía sacarnos por ningún medio, iniciaron a hacer los acuerdos con Sintraincomercia, todavía existe, donde los principales líderes fueron Horacio Álvarez, Humberto Ortiz, Humberto Samudio y Carlos Durango, entre otros. En reuniones con la Alcaldía y con el Concejo llegamos a llenar el orquideorama del Jardín Botánico.
“En 1984 yo tenía ya 18 años, cuando se inicia el traslado fue algo con sentimientos encontrados entre dulce y agrio, alegres pero preocupados por el cambio. Fue un desfile que se conoció a nivel internacional, el despeje del barrio Guayaquil, desde la antigua plaza El Pedrero por la carrera Bolívar, Av. de Greiff hasta la Av. del Ferrocarril desfilaron los comerciantes, con las señoras de los restaurantes de los ranchitos y golpeando las tapas de las ollas en un desfile hasta la nueva Plaza Minorista.
“Fue algo muy difícil el cambio porque tampoco había rutas de buses que pasaran por la nueva plaza, algunos se quebraron. Mi papá, se enfermó de cansancio físico y cerebral de pensar tanto, porque vendía muy poco, o fiaba para que la gente volviera y no volvían, fue entre los años 90 y 95. La Plaza Minorista es un ejemplo de superación. Hoy nos premia la vida, el destino, la tolerancia y la paciencia para los que sobrevivimos.”
OTROS AÑOS
1980 mediante el Acuerdo 030 del 28 de noviembre, el Concejo de Medellín ordenó la construcción de un mercado cubierto en el centro de la ciudad. Por obligación, el alcalde firmó el 9 de diciembre del mismo año.
1982 Óscar Botero y Cía., inició la construcción en julio.
1984 El 15 de agosto se realizó el traslado de los venteros de El Pedrero del barrio Guayaquil hacia la nueva Plaza Minorista José María Villa situada cerca de la antigua estación Villa del ferrocarril, en el barrio San Benito. Aquí vale la pena resaltar que 90 años atrás el rico comerciante Amador construyó en 2 años la Plaza de Cisneros con todos los avales del Concejo y de la Alcaldía que le dio el usufructo durante 25 años. En cambio, los trámites de las Alcaldías se demoraron casi cuatro años para la construcción de la Minorista, teniendo en cuenta las dificultades de construcción 90 años atrás.
1997 Coomerca inicia el procesos de administración de la Plaza Minorista.
Comments